12.09.2005

A hoy

Distante
absorto en la contemplación de mis páginas en blanco,
desierto,
sólo en medio de un paisaje de cascajo y horizontes de palabras,
como un niño
miro este páramo que con esmero construí al demoler mis laberintos.

¿Que si me arrepiento?
ciertamente no lo sabré nunca.
Tal vez cuando deje de escribir sobre mis ojos.